El grito de la verdad

Imatge relacionada


Me encarcelo a mí, a mi burbuja de mi dolor, de mi ausencia.
Víctima de mí. 
Tumbada entre las sábanas de una mañana turbia, siento un torbellino de emociones al igual que un huracán arrasando una ciudad. 

El tiempo se para, todo lo que hay a mi alrededor y mis pensamientos no llegan a ningún sitio más que en mi propio herido corazón.

Observo como las diminutas motas de polvo flotan en el aire, mientras los rayos de luz atraviesan el vidrio de mi ventana húmeda.
La verdad es que me identifico con ellas. Floto sin rumbo fijo, estoy rodeada de gente, pero eso no quita mi soledad. 

El sol me da calidez en las manos frías. Doblo mis dedos acariciando la luz, como si alguien me estrechase la mano firmemente con amor.

Puede que sea ésa casa tan hermosa en medio de un bosque de faunos, pero que por dentro no habita nadie. 
Aquella pieza que cuando la empiezas a tocar se te van las manos acariciando cada tecla con un sonido, con su profundidad que grita la expresión de su ser; pero que no es tocada por nadie.

Me encierro en mí misma, mi soledad.
Soy agujero sin control. Reloj sin agujas.
Que lo único que me hace sentir mi propio ser, es escribir entre éstas líneas donde me escondo, me sumergo entre las profundas letras de cada palabra que emana un brote de silencio.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.