Brújolas sin agujas
Sentándose en un pupitre día a día. Tener arcadas y sacar teorías para escribirlas en papel de árbol.
Y buscando el sur, el norte.
Somos una juventud perdida.
Conseguimos brújolas, pero no tienen agujas.
Cansancio.
Horas de dedicación. Horarios fijos.
Ojeras.
Buscando la felicidad más allá de los deseos.
Somos la joventud desorientada.
Tenemos mapa, pero está en blanco.
Tenemos mapa, pero está en blanco.
Fijando metas para conseguir un problema sin resolución.
Siendo títeres de nuestro ser para dar impresión.
Siendo los desechos para perros.
Siendo los desechos para perros.
¡Desátate de esas cuerdas que te encadenan!
Sé libre, sé tu.
Levántate. Corre. Huye.
Rompe las esquemas de la sociedad.
Desatátate. No se trata de destrozar, es corregir.
Nos tienen encarcelados en una habitación con un líquido espeso, la masa de la sociedad.
La carencia de oportunidades, la falta de creación.
El descubrir? No existe.
Las ideas? Las quemaron.
Crítica que nos amartillea cada día hasta aplastarnos.
Nos acabamos convirtiendo en clavos metidos a la fuerza en una madera escarcha, podrida.
Nos acabamos convirtiendo en clavos metidos a la fuerza en una madera escarcha, podrida.
No me ates, no me encadenes.
Que los cardenales duelen, y las cicatrizes quedan para siempre.
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