Ámsterdam

El viaje en Ámsterdam fué entrar en una ciudad de la cuál desconocía bastante, pero que salí de ella sabiendo mucho. Y hoy os quiero hablar de esta ciudad.
Ámsterdam es una ciudad calles con baldosas de piedra, y casas altas y delgadas. Pero no sé si os habréis fijado, que en Ámsterdam las ventanas a no ser que sean de casas inmigrantes, no tiene cortinas. ¿Por qué? Veréis, tiempo atrás en el país governó un dictador que decía que si se tenían cortinas en las casas, era porque alguien estaba escondiendo algo y no quería que nadie lo viera. Y entonces, todas las casas se quitaron las cortinas.
Curioso, ¿no? ;)
La ciudad está compuesta por muchos canales que pasan por muchas calles de la ciudad. Allí se encuentran muchos barcos, de la cuál muchos son viviendas propias. Me contaron que no puedes tener una casa y además un barco, sino que si tienes un barco debes vivir en él en un sitio determinado. Pasado un año, debes cambiar de lugar de vivienda. O sea, no puedes vivir en el mismo sitio, y cada 365 días debes trasladarte. Así que un año puede tocarte en el centro de Ámsterdam que va de fábula, y el otro muy lejos en los suburbios.
Los estudiantes de allí cuando cumplen los 18, la mayoría de ellos se independizan y se marchan de casa para vivir en un piso solos o con amigos.
Lo que le identifica esta ciudad, son los tulipanes. Una flor muy bonita, que en durante una cierta época tuvieron tanto valor como el dinero. Podías cambiar unos cuantos tulipanes por una casa entera.
Y bueno, aquí termina la entrada de hoy. Espero que os haya gustado y hayáis aprendido cosas nuevas que no sabíais :)
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